jueves, 30 de octubre de 2014

La locura de escribir



He decidido que este año voy a suicidarme socialmente participando en el NaNoWriMo. Como bastante gente con la que he hablado no sabe de qué va el tema, el post de hoy va dedicado a explicar qué es NaNoWriMo, y por qué a partir de este sábado y durante un mes no me va a ver el jeto casi nadie.





NaNoWriMo es el acortamiento de National Novel Writing Month, un proyecto iniciado en el año 1999 por Chris Baty. Durante ese primer año participaron 21 personas, durante el mes de julio. Al año siguiente, Baty decidió moverlo al mes de noviembre para "aprovechar el tiempo espantoso" que hacía. Fuera el mes, por la página web que abrieron, o por el boca a boca, la participación en el año 2000 subió a los 140 participantes. Al año siguiente, para sorpresa de propios y extraños, y a pesar de las dificultades técnicas, se presentaron 5.000. Desde entonces, el número de participantes no hace más que crecer, y el año pasado contaron con la participación de más de 400.000 escritores, de los cuales una buena parte no se encuentran afincados en EE.UU. De hecho, hay una pequeña comunidad española de aguerridos escritores repartidos por toda la geografía de nuestra pequeña península, participando año tras año. Me hace sentir idiota por no haber entrado antes.

¿Y en qué consiste ese dichoso reto? ¿Cuales son las reglas? Simple, sencillo, directo: escribe un total de 50.000 palabras durante los 30 días del mes de noviembre. El reto comienza a la medianoche del 1 y termina la medianoche del comienzo del mes siguiente. El día 25, los organizadores abren los cuestionarios para "entregar" la novela, y a partir de ese momento, cualquiera que haya alcanzado el número de palabras necesario puede anotarse como ganador.

Porque no hay un solo ganador en el NaNoWriMo. No importa la calidad, ni la velocidad, ni si decides hacer el doble de palabras by the face. Todo aquel que alcance las dichosas 50.000 palabras durante ese mes y así lo indique en la página web es un ganador. De hecho, ni siquiera lo leen. Simplemente metes el texto en el contador, este cuenta el número de palabras, y tras certificar el número borra alegremente el archivo.

Aquí es donde algunos han comentado que entonces podría hacer trampas y meter palabras random del diccionario, sin sentido alguno, o simplemente copiar cosas de la wikipedia. Mi contestación a eso es una, y muy simple: ¿dónde está la gracia de eso? Sí, es cierto, podría hacerlo, pero lo único que obtiene un ganador de NaNoWriMo es... descuentos para autopublicar libros. Y palmaditas en la espalda. Y haberse pasado el mes como los enanos en las minas de mithril, hablando con otros participantes, leyendo recomendaciones de autores, algunos tan conocidos como Tamora Pierce o Neil Gaiman (sí, el gran NEIL GAIMAN tiene un pep-talk en NaNoWriMo; lo he leído y es inspirador), yendo a quedadas y, al parecer, quedándose hasta altas horas de la madrugada para alcanzar la meta. Cuando tus premios son esos, hacer trampas no le va a hacer daño a nadie más que a ti. Lo importante, y en este caso es en el sentido más literal, es participar.


La meta del NaNoWriMo es solo una: que para cuando acabe noviembre, tengas en tu mano algo que pueda considerarse una novela. Por supuesto, no será una gran cosa, de hecho probablemente necesite una revisión completa y más meses de trabajo para que sea algo decente... Pero tendrás algo. Y ese algo es más de lo que tenías a principios de mes.

Así que ya sabéis a qué me voy a dedicar durante el próximo mes. Si alguien quiere apuntarse a esta locura, porque no tiene otro nombre, todavía está a tiempo. Coged papel y boli, o vuestro ordenador, y lanzaros a ello. Y si no, bueno... espero que mis amigos sepan perdonarme por desaparecer de la faz de la tierra XD

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